Vístete a menudo de esa desnudez hermosa que tienes. De las irregularidades de tu espalda, de las curvas de tu cintura, de los abultamientos de tu abdomen, de tus hombros caídos. Desnúdate de ideas, de alma, de sueños. Llena este vacío adolescente, morboso y fresco. Inunda mis ojos de ti, de tu piel, del olor de tu cuerpo desnudo.

Ayúdenos a continuar este viaje
Con una pequeña ayuda, podremos seguir contándole historias de Cuba y su gente.
$1.00
Responder